miércoles, 12 de junio de 2013

La Cultura Perdida

Se ve al homeschool como una nueva tendencia, pero siempre lo he dicho, es la más vieja de todas, ya que antes de que la escuela existiera como tal, eran los papás quienes se encargaban casi exclusivamente de pasar sus conocimientos a sus hijos.

El homeschool tiene la ventaja de que nos regresa parte de esa "cultura paternal" que se ha perdido. Muchos no estarán de acuerdo, pero tampoco pueden negar que, el hecho de levantarnos apurados, desayunar apurados, llevar a los niños a la escuela apurados, y regresar para comer apurados, para ir a las clases de en la tarde apurados, para poder hacer la tarea o estudiar para el examen apurados, para bañar a los niños apurados, darles cena y llevarlos a dormir  apurados; no es precisamente la vida que vivieron nuestros antepasados. No, la familia no fue creada para vivir apurada, fue creada para ser disfrutada, para estar llena de hermosos momentos entre padres e hijos, y para tener la oportunidad de educar y transmitir a nuestros hijos enseñanzas diarias, sin prisas y con gusto.

¿La escuela afecta la vida en familia? De alguna forma sí, a veces más a veces menos dependiendo del estilo de vida que llevemos, creo que de una o de otra forma la afecta. Lo he visto yo y también lo han vivido otros padres que llevaban a sus hijos a la escuela, y quienes ahora que educan en casa reconocen que vivían vidas demasiado agitadas antes de la escuela en casa llegara a sus vidas.

No pretendo decir que los que educamos en casa no vivimos vidas agitadas, la verdad es que con más de dos hijos en casa, cualquier persona ya vive una vida agitada. Tener a tres niños ya es motivo suficiente para tener la agenda llena por lo menos los siguientes 5 años, y si con todo esto ya es de por sí difícil encontrar tiempo libre para disfrutar la familia, ¿cuánto más difícil lo es cuando uno tiene que llevar a los niños a la escuela, pasar la tarde haciendo tarea, ir a las juntas, cumplir con los deportes en la tarde, estudiar para los exámenes y un largo etc..?
El ritmo de vida que llevamos, si no esta planeado y sometido a prioridades nos afecta a cualquiera y nos absorbe, algo de lo que constantemente nos debemos cuidar.

Entonces sí debo reconocer que hay un antes y un después en este sentido, ya que en los años de escuela había siempre una lista de obligaciones escolares que cumplir, que fueron siendo sustituidas por otras cosas en la escuela en casa, cosas que hacemos juntos y sin tanta prisa. A veces simplemente por mas tiempo juntos, e incluso suponiendo que no hiciéramos nada en concreto, eso por si solo ya sería ganancia.

Cuando los hijos entran en la secundaria o preparatoria, ni que decir de la universidad, las responsabilidades y ocupaciones crecen y las distancias o brechas entre padres e hijos se hacen más grandes, y el tiempo compartido en familia se hace menor.

Recuerdo haber leído en un blog de educación en casa que a la autora comentaba que a ella y a sus dos hermanas las sacaron de la escuela entre la secundaria y preparatoria, y se sorprendía  del hecho de que cuando sus papás tomaron esta decisión, al principio se sentían "raras"  de estar todo el tiempo en su casa, con sus papás, y poco a poco se fueron dando cuenta de que no se conocían entre si, y que llevaban mucho tiempo viviendo juntos, pero como extraños a la vez. Esto no es nada raro hoy en día. Esta separación comienza a veces muy temprano en la vida y se hace más grande a medida que los hijos crecen, y cuando menos pensamos, ya no nos conocemos, ni sabemos convivir.

Esto de la escuela en casa, para muchos llega como una bendición en muchos sentidos, pero creo que de todos, el mejor y más especial es que podemos rescatar el tiempo que nos robaba la escuela para estar juntos. Podemos relajarnos, y aprender lo que sea que queramos aprender, pero sin prisas, y sin apartarnos unos de otros.

Independientemente de si tus hijos estudian en casa o van a la escuela, todos necesitamos bajar nuestro ritmo intencionalmente para poder desarrollar una conexión profunda con nuestros hijos y recuperar esa unidad y compromiso familiar tan importante y que entre los afanes del dia a dia hemos ido perdiendo como cultura.

















2 comentarios:

  1. Creo que hemos abierto la puerta a muchas actividades,(además de la escuela) que si bien es cierto ayudan a nuestros hijos a ser mejores aprendiendo ciertas habilidades (karate, ballet, etc.) pero no se toma el tiempo para enseñarles a ser hijos, y sobre todo buenos hijos,tomando tiempo con ellos y estando con ellos. Creo que esto mismo nos llevaría a ser buenos padres. Buen post para reflexionar.

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  2. Excelente Dianita...tienes razón...la escuela en casa es maravillosa...los momentos que comparten los niños con sus padres y sobre todo la calidad de este tiempo...en mi caso todos somos muy felices, estudiando y aprendiendo.

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