domingo, 1 de marzo de 2020

sobre nosotros

Hola a todos! Les cuento mi historia y la de mi familia:

 Si algún día me hubieran dicho que tendría 5 hijos y que ninguno iría a la escuela me hubiera muerto de risa porque jamás lo hubiera creído ...y aquí estoy, madre de 5 y ninguno va a la escuela. 

Siempre supe que quería una familia grande, posiblemente porque soy hija única. También supe que quería casarme joven pero jamás imaginé qué tan joven me casaría ¡ni las aventuras que viviría!

Conocí a mi esposo cuando llegué a la iglesia, con 18 años. Fue atracción a primera vista porque desde la primera vez que hablamos nos gustamos. A los dos meses de conocernos ya éramos novios y tan solo un año después comenzamos a hablar de boda. Éramos muy jóvenes, pero después de aquel día en que dijimos "de aquí a un año nos casamos" comenzamos a hacer los preparativos. Al año siguiente, yo con 20 años y él con 21 ¡nos casamos! Ahora que lo pienso, esa fue la primer locura que cometimos. No teníamos casa, ni futuro asegurado, pero confiábamos en que era la voluntad de Dios que estuviéramos juntos y pudimos ver su respaldo desde aquel día y lo vemos hasta el día de hoy.

Siempre hablamos de que queríamos tener hijos, él decía 3 y yo 4 (¡Y Dios nos dio 5!) A los dos meses de casada me embaracé de mi primer hija y desde aquel momento supe que quería quedarme en casa con ella para disfrutarla al máximo y así fue. 

4 años y medio después Mariane naciço y fue justo cuando Nicole entró al kinder. Cómo si no fuera suficiente novedad, dos meses después nos enteramos de que Mateo venía en camino. Todo pasó muy rápido y de pronto pasé de tener una sola niña a tres hijos en dos años. Tenía un a preescolar, una bebé que apenas caminaba y un recién nacido.

Casi cuatro años después ahora era el turno de Mariane para ir al kínder, pero fue justo en ese momento cuando decidimos que Nicole, que ya estaba en segundo de primaria, no regresaría a la escuela. Les cuento los detalles en el post "Porqué mis hijos no van a la escuela"..
Comenzamos el siguiente ciclo escolar educando en casa a Nicole de 8 años, Mariane de 4 y Mateo de 3.. Fue un año de adaptación, aprendizajes y muchos proyectos futuros.

Después de dos años educando en casa a nuestros tres hijos, de pronto extrañábamos tener bebé en casa. Fue cuando comenzamos a pensar en un cuarto bebé, pero antes de siquiera habernos propuesto ir por él, descubrí que  de hecho ¡ya estaba embarazada! ...Imaginen la sorpresa que nos llevamos a en el primer ultrasonido, cuando nos enteramos de que no tendríamos un bebé más, sino ¡DOS! Estábamos esperando gemelos! Fue una noticia súper impactante y emocionante para todos. ¿Pueden imaginarse el nivel de caos, locura, alegrías y aventuras que dos bebés trajeron a nuestra ya de por sí, peculiar familia? Hasta el día de hoy no asimilo que tuve tantos hijos incluyendo gemelos. Y  bueno, así fue como acabamos con 5 hijos y que además, ninguno va a la escuela.

Amo mi familia grande! Estoy acostumbrada a que la gente nos cuente las cabezas en la calle y nos pregunten si todos son nuestros.  Muchas mamá se molestan cuando la gente les hace este tipo de preguntas pero la verdad no es mi caso. Disfruto el asombro de la gente y sus preguntas me resultan curiosas. ¿Por qué no podrán creer que uno pueda tener 5 hijos a propósito y aparte disfrutarlo? A mí me encanta y creo que  no podría pedir nada más. Desde niña había sido mi sueño tener una familia como la que Dios nos dio y hasta el día de hoy me siento  inmensamente agradecida de tenerlos. 

Con el tiempo he ido cambiando mi maternidad en muchísimas formas. He ido conociendo el mundo del aprendizaje infantil a través de los ojos de mis hijos y he descubierto que en verdad me apasiona. Este mismo nivel de caos y aventura del que les cuento, me ha obligado a reinventarme, a organizarme, a disciplinarme y a conocer profundamente cómo funciona el proceso de aprendizaje en los niños. Guiada por ellos he descubierto formas creativas y efectivas de enseñarles más allá de los currículos escolares y son estos descubrimientos los que quiero compartir contigo. ¡Espero lo disfrutes!

jueves, 25 de julio de 2013

¿Tienes una mentalidad escolarizada?

Hoy quiero escribir sobre el principal de todos los obstáculos que yo misma tuve que derrotar para sacar a los niños de la escuela, y eso fue el tener una "mentalidad escolarizada".

¿Qué significa tener una mentalidad escolarizada? Que todo lo que hacemos, hablamos y pensamos sobre educación automáticamente lo adjudicamos a la escuela y lo curioso es que muchas veces la escuela es un obstáculo para alcanzar ese aprendizaje que tanto deseamos para nuestros hijos. ¿Por qué? Simplemente por que la escuela no funciona igual para todos los niños y ni siquiera lo hace para la mayoría.  Creemos que nuestros hijos deben ir a la escuela por que esa es la única manera en que ellos llegarán a adquirir los conocimientos necesarios para su vida posterior, y que sin ella estarían destinados al fracaso, pero siendo sinceros, la simple idea de homogeneizar a los niños separándolos por edades y enseñándoles a todos una misma cosa a un mismo ritmo, ya genera enormes problemas, y deja mucho que desear considerando la increíble diversidad que podemos encontrar en un solo salón de clases. La verdad no nos damos cuenta de que afuera de la escuela hay un millón de posibilidades en que nuestros hijos pueden recibir educación y conocimientos.
La educación nunca debería ser relegada a la escuela solamente

Como padres solemos poner nuestras esperanzas en un sistema educativo, a veces dejándole mucho de lo que nosotros mismos pudiéramos hacer. Pero como dicen por ahi "cuídate de quien confías, no sea que te traicione" y este dicho se aplica bien a la escuela en este momento, ya que ahora mismo gran cantidad de países (a no ser por unos pocos) en todo el mundo están  pasando por una crisis educativa tremenda, debido a que el sistema que aplica la escuela hoy en día no ha sufrido ningún cambio en los últimos 20 años (dicho de la boca de secretario de educación de los E.U.) Nuestro país y de paso también nuestro vecino del norte, entre muchos más, están en quiebra y lo reconocen. Países como China y Finlandia están constantemente actualizando su sistema educativo y para este momento ya nos llevan una ventaja enormemente significativa. La realidad que no hemos querido aceptar es que lo que nuestros hijos están aprendiendo hoy será completamente obsoleto el día de mañana Estamos educando a los niños del siglo 21 con sistemas que funcionaban para el siglo 20. Nadie sabe cómo enfrentarse con esta crisis educativa y todos están volteando hacia todos lados preguntándose cómo resolver algo que por décadas ha sido ignorado. Nosotros como padres tampoco tenemos la respuesta absoluta, pero lo que sí podemos hacer es tomar consciencia del problema y hacer lo que esté de nuestra parte para involucrarnos en el proceso educativo de nuestros hijos desde casa, y no necesariamente me refiero al homeschool. Todos como padres tenemos algo que aportar que la escuela no puede. Ya sean valores, conocimientos, enseñanzas y lecciones de todos tipos que como padres muchas veces dejamos pasar creyendo que la escuela se encargará de ello. No podemos dejarle la educación de nuestros hijos a la escuela, ya que siempre hemos sido los padres los principales educadores de nuestros hijos. La escuela se podría entonces ver como un complemento, pero no como la única encargada de enseñar ni educar. Podemos aportar, tanto como podamos o queramos.

La mentalidad escolarizada nos persigue en la escuela en casa.


Para los que ya hemos decidido desescolarizar y aún cuando nos damos cuenta de que esta ha sido una buena decisión, ya en la práctica muchas veces nos volveremos a topar con nuestra mentalidad escolarizada. Solo con el tiempo lograremos deshacernos de ella, pero ¿cómo sabremos reconocerla?
Seguimos pensando que si no llevamos el mejor currículo, pasamos 5 horas con la cabeza metida en libros de trabajo, rellenando planas los niños se atrasarán y no estarán preparados para el día de mañana cuando tengan que elegir una carrera, pero cuando nos "divorciamos" de la escuela, de pronto el aprendizaje tiene un nuevo significado y lo encontramos en todas partes y de forma práctica en nuestra vida. Ahora una ida al super enseña una lección sobre porcentajes y cantidades y una salida a parque se convierte en tema de ciencias naturales, y hasta cuando vamos en el auto de pronto ya estamos dando clases de educación vial. Nuestra mentalidad sobre el aprendizaje, que antes estaba ligada a la escuela, ahora recae en nosotros y sin darnos cuenta se "activa" de forma natural esa capacidad natural que viene con la paternidad de enseñar a nuestros hijos todo lo que sabemos. Nos damos cuenta de que el aprendizaje es algo natural, que no necesita ser "recreado" de forma sintética y que no ocurre solo mientras estamos rellenando libros. Incluso cuando nuestros niños están simplemente jugando podemos notar que también están aprendiendo. El aprendizaje no es algo que debamos necesariamente "fabricar", por que es algo que ya existe en nuestro diario vivir. Cuando nos damos cuenta de que nuestros hijos son capaces de aprender tantas cosas, incluso sin ninguna ayuda, nos relajamos, y entendemos que esto de los grados escolares y las notas no son mas que una competencia ficticia que hemos creado, pero que no tiene nada que ver con quienes en realidad llegarán a ser nuestros hijos en la vida. Bien conocemos casos de doctores, de licenciados y abogados y demás que andan vendiendo cosas en la calle para llevar dinero a sus hogares por falta de trabajo, y también conocemos al niño que creció solo, sin apoyo de los padres, reprobando en la escuela pero que se las ingenió para salir adelante y se convirtió en un exitoso empresario. No, la escuela no es el mundo real, ni tampoco lo son las notas que obtienen nuestros hijos en un examen. Nuestros hijos son mucho mas complicados que eso; son únicos, y como cada ser único, tienen un don, un talento y una pasión que nosotros debemos ayudarles a descubrir y que es aquello que al final le va a dar no solo un trabajo, sino una misión que traerá un propósito en su vida.

La crisis de la educación no se va a resolver mañana, de eso estamos seguros, pero hoy por hoy ya sea si educamos en casa o no, dejemos atrás nuestra mentalidad escolarizada para comprender el verdadero aprendizaje, el que se vive a diario y en el que todos tenemos algo que aportar. Involucrémonos en este proceso lo más que podamos y disfrutemos de él con nuestros hijos. Pongamos nuestro grano de arena en esto de la educación y seamos parte de la solución, y no del problema.

miércoles, 12 de junio de 2013

La Cultura Perdida

Se ve al homeschool como una nueva tendencia, pero siempre lo he dicho, es la más vieja de todas, ya que antes de que la escuela existiera como tal, eran los papás quienes se encargaban casi exclusivamente de pasar sus conocimientos a sus hijos.

El homeschool tiene la ventaja de que nos regresa parte de esa "cultura paternal" que se ha perdido. Muchos no estarán de acuerdo, pero tampoco pueden negar que, el hecho de levantarnos apurados, desayunar apurados, llevar a los niños a la escuela apurados, y regresar para comer apurados, para ir a las clases de en la tarde apurados, para poder hacer la tarea o estudiar para el examen apurados, para bañar a los niños apurados, darles cena y llevarlos a dormir  apurados; no es precisamente la vida que vivieron nuestros antepasados. No, la familia no fue creada para vivir apurada, fue creada para ser disfrutada, para estar llena de hermosos momentos entre padres e hijos, y para tener la oportunidad de educar y transmitir a nuestros hijos enseñanzas diarias, sin prisas y con gusto.

¿La escuela afecta la vida en familia? De alguna forma sí, a veces más a veces menos dependiendo del estilo de vida que llevemos, creo que de una o de otra forma la afecta. Lo he visto yo y también lo han vivido otros padres que llevaban a sus hijos a la escuela, y quienes ahora que educan en casa reconocen que vivían vidas demasiado agitadas antes de la escuela en casa llegara a sus vidas.

No pretendo decir que los que educamos en casa no vivimos vidas agitadas, la verdad es que con más de dos hijos en casa, cualquier persona ya vive una vida agitada. Tener a tres niños ya es motivo suficiente para tener la agenda llena por lo menos los siguientes 5 años, y si con todo esto ya es de por sí difícil encontrar tiempo libre para disfrutar la familia, ¿cuánto más difícil lo es cuando uno tiene que llevar a los niños a la escuela, pasar la tarde haciendo tarea, ir a las juntas, cumplir con los deportes en la tarde, estudiar para los exámenes y un largo etc..?
El ritmo de vida que llevamos, si no esta planeado y sometido a prioridades nos afecta a cualquiera y nos absorbe, algo de lo que constantemente nos debemos cuidar.

Entonces sí debo reconocer que hay un antes y un después en este sentido, ya que en los años de escuela había siempre una lista de obligaciones escolares que cumplir, que fueron siendo sustituidas por otras cosas en la escuela en casa, cosas que hacemos juntos y sin tanta prisa. A veces simplemente por mas tiempo juntos, e incluso suponiendo que no hiciéramos nada en concreto, eso por si solo ya sería ganancia.

Cuando los hijos entran en la secundaria o preparatoria, ni que decir de la universidad, las responsabilidades y ocupaciones crecen y las distancias o brechas entre padres e hijos se hacen más grandes, y el tiempo compartido en familia se hace menor.

Recuerdo haber leído en un blog de educación en casa que a la autora comentaba que a ella y a sus dos hermanas las sacaron de la escuela entre la secundaria y preparatoria, y se sorprendía  del hecho de que cuando sus papás tomaron esta decisión, al principio se sentían "raras"  de estar todo el tiempo en su casa, con sus papás, y poco a poco se fueron dando cuenta de que no se conocían entre si, y que llevaban mucho tiempo viviendo juntos, pero como extraños a la vez. Esto no es nada raro hoy en día. Esta separación comienza a veces muy temprano en la vida y se hace más grande a medida que los hijos crecen, y cuando menos pensamos, ya no nos conocemos, ni sabemos convivir.

Esto de la escuela en casa, para muchos llega como una bendición en muchos sentidos, pero creo que de todos, el mejor y más especial es que podemos rescatar el tiempo que nos robaba la escuela para estar juntos. Podemos relajarnos, y aprender lo que sea que queramos aprender, pero sin prisas, y sin apartarnos unos de otros.

Independientemente de si tus hijos estudian en casa o van a la escuela, todos necesitamos bajar nuestro ritmo intencionalmente para poder desarrollar una conexión profunda con nuestros hijos y recuperar esa unidad y compromiso familiar tan importante y que entre los afanes del dia a dia hemos ido perdiendo como cultura.

















La creatividad a flor de piel


Mariane (4 años) dibujandose a sí misma
Cuando me preguntan que si qué método llevo con mis hijos muchas veces me escucharán hacer una pausa, por que la verdad no llevamos ningún programa, ni método, ni libro específico, mas bien, tratamos de aprender (digo tratamos por que yo soy la que más aprende con todo esto) de todo un poco, de la forma más natural posible, pero no tanto como para caer en el unschool*, no por que no me guste esta tendencia (que de hecho la practico seguido), pero sí que creo que es bueno que los niños también tengan cierta disciplina de estudio, y que de vez en cuando se topen con el deber de hacer algo que no les gusta necesariamente. Sí hay mucha libertad en cuanto al aprendizaje y vamos viendo las cosas que les interesan por el momento, o lo que en ese momento "traen de moda" por asi decirlo, y enfocarnos a eso. Por ejemplo mi hija traía a Venecia hace poco, asi que se puso a hacer un proyecto sobre eso. Mateo quería saber sobre animales carnívoros y herbívoros, o preguntaba si nacían de su mamá o del huevo, etc.. y ahí tienen otros proyectos.. Mariane quiere hacer cuentos todo el tiempo, y también ya sea el tema libre o el hacerlo como quiera, se lo permito.

Nuestro homeschool es asi. Al menos por ahora que mis hijos son pequeños, vamos tomándolo con calma, y con gusto, según sus intereses.
 
Lo que me sorprende sobre todo en mis niños es su creatividad. Creo fielmente que tiene mucho que ver con esta libertad de la que hablo. Libertad para tomar colores las 24 hrs. del día y dibujar a su antojo. Libertad para aprender sobre cualquier cosa en cualquier momento. Libertad para hacer las cosas diferentes a fín de cuentas.

La creatividad nace del niño de forma natural, no hay que "motivarla" solo hay que dejarla salir y luego dejarla que siga su curso. Es contraproducente el querer "dirigir" todas las actividades de nuestros niños, por el contrario, si les damos más libertad en este sentido, vemos cómo su lado artístico sale sin ningún esfuerzo. Bien dicen que todo niño es artista, pero con el tiempo, la escuela va matando esa creatividad innata, al moldear y dirigir cada pequeña cosa que nuestros hijos hacen, quitándole a fin de cuentas su toque único, su pureza.

Aquí les dejo algunas de las "obras creativas" que mis niños hacen de forma completamente autodidacta y tal vez los suyos se animen a hacer las propias.

Bailarina a lápiz hecha por Nicole (8 años)















Hicieron un pastel para sus ositas e hicieron personajes para decorarlo.

 Sirena hecha por Mariane (4 años)
 Dibujando, siempre dibujando..
Mateo de 3 años intenta dibujar todo el tiempo, por ahora es su obsesión por que ya se dio cuenta de que es capaz de crear a sus animales favoritos :)









 Mariane haciendo su propio dibujo de un plesiosaurio en base al de su libro.
 Un "chita"(guepardo) dibujado por Mateo
 Las niñas pintando..otra vez
 Esto es uno de los "proyectos" que me proponen mis hijos, en este caso de animales marinos. Mariane hizo algunos de ellos y coloreamos juntas.
Mariane hizo estos dinosaurios para su juego de mesa que originalmente traía a los personajes de winnie pooh (dijo que le parecían aburridos)
Esta caja de cereal Mariane la transformó en un castillo













 
Elefantito hecho por Mateo (3 años)

Flores de Mariane
 

 Un zoológico de plastilina



 Construyendo con legos
 Jirafa de Mateo

 Princesa de Nicole
Mariquita y corazón hechos por Mariane











Decorando sus trastes a su antojo

 Un álbum de animales prehistóricos hecho por Mariane

 Títere hecho por Mariane
 Este es un cuento que mi hija Mariane me dictó y ella hizo todos los dibujos y los pegó


Mariposas de origami hechas por Nicole




Princesa hecha por Nicole con las sopas que usan sus hermanitos.














Asi me encuentro a los legos, con faldas de servilletas :)


*Unschooling: no sólo niega la escuela, sino también cualquier forma de intervencionismo parental. Mantiene el principio de que ningún tipo de actividad debe ser impuesta. El niño es el único que ha de determinar qué, cómo y cuándo aprender.

Lectura precoz y sin métodos


Hoy les contaré sobre la lectura precoz y cómo fue que sucedió en nuestro caso.

Debo confesar que este año que comenzamos el homeschool jamás hubiera creído que terminaría con dos niños de 3 y 4 años que ya saben leer.
En especial por el poco tiempo y esfuerzo que he invertido en este proceso. En verdad viendolo desde una perspectiva realista,  este año ha estado lleno de caos, y sin embargo fue un año muy bueno en cuanto a los resultados. Me refiero a caos de la vida familiar: juguetes, libros, plastilina y puzzles tirados por todos lados. Ese es nuestro homeschool. Nada glamoroso, no hay niños bien peinados sentados en pequeños escritorios, y yo no me hago un chongo para pararme frente a una pizarra. Nada de eso. Solo hay niños en pijama, despeinados, corriendo por todas partes, con las uñas llenas de plastilina y mucha pero mucha energía.

Nuestro homeschool se limita a una o dos horas al día (sí solo una o dos) en donde cada uno trabaja en ciertas actividades muchas veces improvisadas, otras veces más planeadas (depende de si yo haya tenido tiempo de planear o no) y muchos pero muchos días nos tomamos el día libre, ya sea por que tenemos que salir a alguna cita, ir a comprar algo, o menos frecuentemente alguien esta enfermo. Como ya lo he dicho, no llevamos métodos, aunque he leído bastante al respecto, y sin afán de presumir, me di cuenta de que que conocía  más métodos de enseñanza que muchos directores de escuelas particulares, (lo digo por que me ha tocado platicar al menos con tres) pero la verdad no soy "fan" de ningún método de enseñanza en particular por que me doy cuenta de que a veces ayuda más el sentido común que el aplicar dichos métodos.

Pero entonces les contaré cómo fue que mis hijos (con todo y lo antes mencionado) comenzaron a leer tan pronto y sin ningún método.

Mi hija mayor comenzó a leer antes de que me diera cuenta y nada tuvo que ver la escuela en casa en esto, ya que en ese tiempo mi hija apenas estaba por ingresar a 2do de preescolar y en mi mente no circulaba aún la palabra "homeschool" por ningún lado. Las letras las sabía desde los 3 años, las aprendió por gusto propio, ya que yo no se las enseñé salvo alguna que otra que ella me preguntaba. A los 4 años la escuchaba deletreando palabras por ejemplo "cereal" y decía "c"-"e"-"r"-"e"-"a"-"l" ..mamá ¿que significa ce.e.ere.e.a.ele.? yo le respondía "no hija dice "cereal" cada letra tiene su sonido cuando la lees, y algunas se dicen igual como se llaman otras no.." Esa es la única instrucción que le daba a mi hija por que pensaba que aún era muy pequeña para comenzar a leer, asi que no le daba más explicaciones, ni tampoco me senté nunca con ella a decirle qué letras sonaban diferente ni cómo se pronunciaban., pero un día nos dio la sorpresa cuando íbamos en el auto, de que comenzó a leer todo los anuncios que encontraba en la calle. Recuerdo que el primero fue "FRENOS" en un taller mecánico, y yo emocionada le dije a mi esposo: ¿escuchaste? dijo "frenos" leyó!!.. después de eso sigiuó con todos los demás anuncios que pudo encontrar y yo no lo podía creer. El sonido de las letras, de cada una de ellas, lo había sacado por deducción y ahora había aprendido a unirlas de forma que aquello sonara como debía sonar. Ni qué decir de las reglas ortográficas, jamás tuve que enseñarselas ya que las aprendió sola, igual por deducción. Dos semanas después de eso, ya había leído la mayoría de sus cuentos ella sola, sin ningún tipo de ayuda.

Mi otra nena, Mariane aprendió las letras cerca de los 2 años y medio ya que a esta edad se la vivía atrás de mi preguntándome por las letras y era tanto su gusto por ellas que las aprendió con una enorme facilidad, solo con una o dos repeticiones. A los 3 años y medio comenzó a decirme que quería leer, entonces yo trataba de decirle cómo se unían las letras pero ella no me dejaba. Me decía "mamá, voy a aprender yo sola, y luego te voy a enseñar a tí".. Asi que la dejé a su ritmo por algunos meses. Justo a los 4 años, al igual que su hermana comenzó a unir las letras correctamente, pero después de leer palabras no hizo el intento de leer libros, sino que se esperó otros meses más para hacerlo. Con Mariane todo se trata de "hacer las cosas bien o no hacerlas", y es muy curiosa verla avanzar a su propio ritmo con tal independencia, sin nunca dejarme intervenir en su aprendizaje, al menos no como yo quisiera que me dejara. Poco después, cuando se sintió segura para ello comenzó a tomar los libros por ella misma y a leerlos.

Mateo, el más pequeño de mis hijos, aprendió a leer hace unos meses, con 3 años y 8 meses. El no mostró interés en las letras como sus hermanas, pero le tocó que la "escuela en casa" comenzó y claro, le tocó aprenderlas letras este año. Mateo tiene la gran desventaja de que es super activo (por no decir hiperactivo)
y la gran ventaja de tener una memoria privilegiada. Por un lado no lograba concentrarse en tomar el lápiz y escribir alguna cosa (pero claro, solo tenía 3 años y yo no lo obligaría a hacerlo), pero por otro lado las letras las aprendió con mucha facilidad. No solo le enseñe las letras, sino que basada en mi experiencia con sus hermanas, decidí enseñarle de una vez cuál era el nombre de la letra, pero también cómo sonaba esa letra, y también le enseñe las mayúsculas y minúsculas de forma simultánea. Su aprendizaje fue rápido y sin confusiones y para mi sorpresa nunca confundía la "p" con la "q", ni la "b" con la "d".. Cuando el abecedario estuvo dominado pensé qué seguía, y ya venía escuchando a Mateo decir el clásico "mamá ¿qué dice aquí?" desde hacía meses, asi que considerando esto y la experiencia de lectura precoz de mis hijas, decidí jugarmela y presentarle palabras escritas de una vez, y sin seguir ningún método ni forma específica, asi lo hice. Dos días después de presentarle palabras nuevas todos los días ¡comenzó a leer!. Asi de fácil y asi de simple, nos olvidamos de los métodos y aún asi se ha logrado el objetivo.

Mi consejo en este sentido es que sepamos escuchar el ritmo de cada niño, que lo respetemos, y que lo ayudemos a encontrar su forma de aprender. Mis tres hijos aprendieron a su forma, de la misma forma que aprendieron a ir al baño, cada uno con su estilo, asi también aprendideron a leer. No tiene caso forzar algo cuando aún no es tiempo o no es del interés de nuestros hijos. El mejor indicador de que un niño esta listo para leer siempre va a ser cuando escuchemos de su propia boca la frase "quiero leer", pero aún en ese momento debemos respetar la forma en que quieran hacerlo, como lo hice yo, cuando me limité de enseñar a mi hija Mariane a leer, por que ella quería aprender sola, y de esa forma ellos tomarán la confianza necesaria, que es básica para aprender la lectura y lo harán cuando ellos deseen.

Otra cosa que quiero comentar en este sentido es que conozco los métodos de la enseñanza de la lectura y escritura, todos ellos los estudié antes de que mis hijos comenzaran a leer y escribir, pero no utilizé ninguno, por que me di cuenta de que entre más natural fuera el proceso, mejor se llevaría a cabo el aprendizaje.

Y por ultimo contaré una experiencia que viví en una tienda de jugeuetes didácticos de mi ciudad, cuando lleve a mis hijos a buscar algún "juego para armar palabras" que fue exactamente lo que le pedí a la señora encargada que me recomendara. Después ella me preguntó ¿para quien es? (dándose cuenta que la mayor estaba muy grande para jugar algo asi, y la menor no tenía aún los 4 años como para que pudiera usarlo)
"es para esta niña" (dije señalando a Mariane) ..¿Cuántos años tiene? me dijo .."va a cuplir 4" (le dije).. ¿pero ya sabe leer?.." mm bueno, ya quiere leer, ella quiere aprender sola y veo que está a punto de lograrlo" .. "ay nooo, ¡pero es que esta muy chiquita!, y además la lectura es todo un proceso"...¿ya sabe escribir?".. No, bueno escribe una que otra palabra pero.. (interrumpe) "no no no, ¡es que primero es la escritura! ..¿cómo va a leer si todavía no escribe bien?.. mira te voy a enseñar unos materiales para la escritura.. Y básicamente me llevo a ver libros de ejercicios de escritura, que de verlos nada más se veían aburridísimos, y por supuesto que mi hija no iba a querer hacer nada de eso definitivmanete, a menos que la obligara, cosa que yo no iba a hacer.

El "juego" que yo buscaba no me lo enseñó la señora, pero tenía idea de cómo era, asi que yo misma hice uno en mi casa. Que bueno que no lo compre por que a Mariane no le interesó ese juego de armar palabras  de todas formas, pero en fín que el "consejo" que me daba la señora "especialista" es juguetes didácticos de todos tipos, de verdad estaba totalmente fuera de la realidad. Para muestra que poco después mi hija comenzó a leer completamente. Pero el caso más notorio fue Mateo, ya que cuando comenzó a leer ni siquiera sabía sostener el lápiz correctamente, ni escribir su nombre, y sin embargo ya estaba listo y para leer y lo logró en cuestión de días.

Comprendo que la lógica nos diga que primero un niño debe escribir, o llevar cierto proceso, para al fin llegar a la lectura, cosa que normalmente sucede alrededor de los 6 años, pero no siempre es asi. Cada niño tiene su forma y su tiempo, eso es indudable, y de eso se trata el homeschool, de que no tenemos por qué seguir un método, sino más bien adaptarnos a las necesidades, gustos y capacidades de nuestros hijos en todo su proceso de aprendizaje.

Bueno espero que les haya servido mi experiencia para enriquecer la suya y cualquier duda, o comentario que surja son bien recibidos.

martes, 11 de junio de 2013

El día que mi hija me dijo "quiero volver a la escuela"

Hoy quiero contarles algo que me pasó con mi hija mayor, el día que me dijo "mamá quiero regresar a la escuela"
Cuando me lo dijo sentí horrible, pensé en mil cosas, y en el gran esfuerzo que estábamos haciendo por educarlos en casa, y aún asi mi hija no parecía apreciar nada de esto y quería regresar a la escuela. De un momento a otro le dije "ok, entonces vamos a buscarte una escuela", pero una cosa llevó a la otra y comenzamos a platicar de cómo se sentía. Al final terminó haciendo una lista de los pros y los contras de la educación en casa y de la escuela, y claro, en su lista ganaba la escuela, ¡pero esperen! No saquen conclusiones adelantadas como hice yo, mejor vean la lista:

Pros de la escuela:
1. Los convivios
2. Hacer pizza
3. Las salidas escolares
4. La albercada
5. Ver películas
6. Clase de artística
7. Clase de música
8. Fiestas de fín de cursos
9. ..Cosas parecidas

Los contras de la escuela:
1. Exámenes
2. Tareas
3. Educación Física
4 Matemáticas
5. Inglés
6. Bañarme después de la escuela
7. Aburrirme con cosas que ya me se
8. No recuerdo que otras pero parecidas..

Los pros de la escuela en casa:
1. Estudio en pijama
2. Me levanto tarde
3. No tengo tareas
4. No tengo exámenes

Los contras de estudiar en casa:
1. No celebramos fín de cursos
2. No "falto" los días festivos
3. No tengo recreo
4. No me llevan pastel el día de mi cumpleaños
5. No tengo clase de arte
6. No tengo clase de música

Aclarando, si le festejamos su cumpleaños aunque no exactamente el mismo día, y yo alegaba que sus clases de arte y música las iba a tener particulares, pero ella insiste que quiere una "clase de arte" en casa y otra de "clase de música" en casa, aparte de sus clases de pintura y música que lleva en las tardes.. Todo lo demás, convivios, fiestas y películas es lo que en realidad extraña mi hija de la escuela!! Asi que en resumen su papá le pregunto: "entonces Nicole, ¿quieres regresar a la escuela o quieres hacer todo eso de la lista aquí en la casa??.. ¿Respuesta? "¡Quiero hacer todo eso en casa!"

Lo que en realidad mi hija quiere y espera de esta escuela en casa es que sea más divertida.. Ya tenemos muchos planes para este nuevo "ciclo escolar" que viene, y claro que habrá todo lo que ella nos ha mencionado :)

jueves, 28 de febrero de 2013

Haciendo un hada

A mis dos hijas (notese que no mencioné al niño) les encantan las manualidades. Cuando por algún motivo dejamos el día libre (bastante seguido), ellas inmediatamente sacan materiales y comienzan a crear algo. Es sorprendente ver todo el tiempo que les invierten a sus "proyectos" y es que el esfuerzo nace de la motivación, y cuando hay motivación hay productividad. Se pudiera pensar que a mí me gustan estas cosas, o que yo las motivo en este sentido pero las manualidades no son lo mío, es lo de ellas. Ahora mismo mientras escribo, mi hija  de 4 años está haciendo una, y de dejarlas libre por completo creo que me llenarían la casa con sus obras.. Aquí les dejo una que otra, que de paso pueden enseñarsela a sus hijos y tal vez quieran hacer la suya.

Muy concentrada con todos los materiales..




Estaba haciendo un hada!

Con todo y varita







Felíz con su hada!


 Después le hicieron su hábitat


Nuestro Comienzo

Debo confesarles que la primera vez que mi esposo sugirió la brillante idea de educar a los niños en casa yo dije "ni loca". Me imaginé a mis niños en la casa, solitos, aburridos, sin amiguitos, sin levantarse temprano para ponerse su flamante uniforme. Suena ridículo ahora que lo pienso pero recuerdo que en ese tiempo mi hija la de en medio estaba por ingresar al kinder, y como buena mamá tenía la ilusión de verla ir a la escuela con zapatos nuevos y un gran moño en la cabeza (así somos las mamás o solo yo). El pensar que ese día no llegaría, que nunca llegaría el día en que su maestra me llamara para darme alguna buena noticia, el pensar que nunca participaría en los famosos "festivales de primavera"..Esas simples cosas me hacían dudar. Su hermana la mayor ya tenía 4 años asistiendo a la escuela, y temía de verdad su reacción al decirle que nunca más iría a la escuela. Me imaginé de todo!. Que iba a llorar, que me iba a culpar, etc.. Pero nada sucedió así como tampoco nada de lo que yo me imaginaba del homeschool era así. Debo agradecer al blog "Aprendizaje Supraescolar" ya que cuando dí con él muchas de mis dudas se resolvieron. Entre más leía y leía cómo era la escuela en casa, más me emocionaba!!. De pronto ¡ya quería comenzar!

En esto soy nueva yo también y cada día sigo aprendiendo. Tenemos apenas unos meses educando en casa y ajustándonos a este ritmo de vida, pero debo decir que cada día me gusta más, aprendo más y sin lugar a dudas me doy cuenta de que fue la mejor decisión. 

Este blog será más que nada un diario sobre lo que vivimos día a día con nuestros niños al educarlos en casa. Espero que sirva de orientación para otras familias que estén considerando esta opción que si bien implica gran responsabilidad, también trae enormes satisfacciones.